Piden al Gobierno una moratoria de pagos en el 2012 y que capitalice créditos
Los parques científicos catalanes reconocen que su deuda, de 300 millones de euros, es "imposible de retornar", y con el apoyo de la Generalitat han iniciado negociaciones con el Gobierno central, su principal acreedor, para que la capitalice y, a más corto plazo, les conceda una moratoria para no tener que devolverla este año. El Parc Científic de Barcelona, con 110 millones de euros, seguido del de Lleida con 50 y el de Girona con 40, son los mayores deudores, no solo de Catalunya sino de toda España: fuera de Catalunya la deuda global es de otros 300 millones de euros, muy repartida y con medias individuales mucho menores.
"La financiación de los parques fue una irresponsabilidad desde el inicio –admite el director general de Recerca de la Generalitat, Josep Maria Martorell–. El Gobierno central dio créditos para que se construyeran en lugar de aportar capital en forma de subvenciones". Esos créditos a quince años tenían tres años de moratoria de pago de capital con interés cero pero, pasado ese periodo, los parques sólo pudieron retornar el capital acudiendo a créditos bancarios. A partir del estallido de la crisis financiera el crédito no estuvo disponible, y en el 2009, 2010 y 2011 los parques han evitado el colapso financiero porque han conseguido una moratoria de pagos del Gobierno central. "Nuestra prioridad es evitar que ningún parque entre en concurso", dice Martorell.
Fuentes del sector apuntan a Mariano Rajoy como ministro de Educación y luego a la ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, como los diseñadores del modelo de parques científicos en España. "Las universidades son competencia de las comunidades autónomas, y el Gobierno central prefirió destinar las subvenciones a proyectos que le dieran un lucimiento directo", señalan. El problema, además, se hizo grande porque "eran años de crédito fácil y barato y todas las universidades se apuntaron a endeudarse para tener su propio parque". Un deseo que contó con el apoyo de la Generalitat: Carles Solà, como conseller d'Universitats, envió una carta a las universidades en el 2005 animándoles a pedir créditos para crear o ampliar sus parques, asegurando que la deuda la asumiría la Generalitat. Este compromiso, sin embargo, nunca se consignó en los presupuestos y los siguientes consellers, incluido el actual de CiU, se han negado a asumirlo.
La concentración de la deuda de los parques en Catalunya ha llevado a la Generalitat a liderar la refinanciación del sector. "Proponemos una fórmula mixta, en la que parte de la deuda pueda ser condonada y parte sea asumida por los parques y universidades, con implicación también de la Generalitat", explica Martorell. Para que esto sea posible, explica, la Generalitat está diseñando planes de viabilidad para los diferentes parques, con el objetivo de que reduzcan gastos y aumenten ingresos para poder pagar la deuda. "Algunos tienen margen para mejorar la gestión -asegura. También pueden aumentar la ocupación albergando instalaciones de las propias universidades de perfil investigador, como laboratorios. Y se puede ganar en eficiencia unificando la plataforma tecnológica de los distintos parques, por ejemplo, o uniendo su servicio científico-técnico con el propio de la Universidad". Como actuación a corto plazo, destaca, han pedido al Gobierno que incluya en los Presupuestos del 2012 una nueva moratoria en el retorno del capital.
Catalunya tiene 11 parques promovidos por universidades, 12 promovidos por entidades locales y territoriales y uno privado (el Parc Tecnològic del Vallès). Mientras la Generalitat defiende la viabilidad de todos los parques universitarios, otras fuentes señalan que el sector sufre exceso de capacidad. "No hay tanta actividad científica para llenarlos -señalan. Para alquilar espacios han atraído a empresas de menor potencial, que tienen más dificultades para captar financiación privada y que al final dependen de las subvenciones públicas, que ahora además van a la baja".